Mermelada de fresa
Unas tostadas con mermelada de fresa para desayunar ¿a quién no le gustan? Porque a nosotras nos encanta. El problema es que las comerciales tienen de todo menos fruta. Y le añaden una cantidad de azúcar descomunal, si es 0%, miles de edulcorantes.
INGREDIENTES:
1 Kg de fresas (podéis hacerlo igual con la fruta que más os guste)
4 cucharadas de semillas de chía
Stevia al gusto (solo si no os gusta tan ácida)
PREPARACIÓN:
1. Lava muy bien las fresas y pártelas en trozos.
2. Pon una olla antiadherente a fuego medio alto (en una vitrocerámica donde el máximo es 9, lo pongo a 6-7) y añade las fresas.
3. Deja que las fresas suelten el agua que tienen y ve moviendo de vez en cuando para que no se nos quemen. Esto tardará en función de lo grandes que hagas los trozos.
4. Una vez que lo veas con textura de mermelada, lo puedes triturar con una batidora. Aunque si te gustan los trocitos puedes dejarlo así.
5. Ponlo de nuevo en la olla que la pondremos ahora, a fuego bajo y añade las semillas de chía. Son las que harán que se quede con una textura más espesa y parecida a la mermelada. Además de aportarle todos sus beneficios.
6. Pruébala y si hace falta añade stevia (aunque sea un edulcorante, es natural e inofensivo, hablamos de eso en el post del azúcar)
7. Guárdala en botes de cristal y cuando esté fría la llevas a la nevera. Como no lleva ningún tipo de conservante no dura como una comercial. La podremos tener durante un par de semanas. Pero si queréis hacer para más tiempo, podéis poner los botes bien cerrados en una olla con agua y hacerlos al baño María para que se conserven al vacío.